Especies invasoras y desequilibrio.

¿Sabías que puedes pasar hasta 9 años en prisión si participas en el tráfico ilegal de flora o fauna?

Se estima que por cada animal que se ofrece en venta ilegal, otros 4 de ellos murieron en el camino. Como son vistos sólo como mercancía por gente que no tiene respeto por la vida y que a veces busca burlar las leyes, alrededor de un 80% de los que se capturan no llegan vivos a las jaulas de exhibición.

El tráfico de especies es un delito grave que generalmente realiza una red organizada, pero los ciudadanos comunes también participan y lo propician, al comprar plantas como adorno, animales como mascota, o productos elaborados con partes de ellos (como pueden ser amuletos, accesorios o falsos afrodisíacos).

Entre aves, reptiles, orquídeas y cactáceas, los más comercializados en el país son: el perico atolero, mono araña, iguanas, aguililla de Harris, halcón cola roja y tortugas.

Unas 700 especies se encuentran ya al borde de la extinción debido a este comercio y, obviamente, es una gran preocupación el hecho de que quedan pocos de ellos y todavía los maten y maltraten así.

Pero el tráfico de especies es un problema, no solamente en animales protegidos, y no solamente en los que se compran: también llevarse animales o plantas (incluso desde semillas) de un lugar a otro ocasiona un desequilibrio.

Cuando en un lugar, un ecosistema o hábitat, de repente llega una especie animal o vegetal que no es de ahí (ahora sí que un forastero), éste compite con los locales por el alimento, por el espacio, por el agua y los recursos. En general, puede matar a los demás o convertirse en lo que se llama “especie invasora”.

Además, los microorganismos y patógenos que trae consigo, como son extraños para el ecosistema, pueden desencadenar enfermedades que afectan la agricultura, la salud humana y la salud de las diferentes formas de vida.

Por ejemplo, en 2003 murieron 72 personas en Estados Unidos por un brote epidémico que se dio por la llegada de roedores importados de África, que transmitieron un virus a los perritos de la pradera locales que tenían contacto con la gente.

En el noreste del país, una especie invasora es el Arundo Donax, un tipo de carrizo cuya raíz “chupa” mucha más agua que los demás y la libera en forma de evotranspiración. Esta planta es la responsable de agotar cuerpos de agua y propagarse ampliamente, de hecho está listada entre las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo.

Casos de este tipo de desequilibrios hay muchísimos, e inician con gente que ya sea de manera intencional o accidental, llevan plantas o animales de un lugar a otro.

Así que cuando visites un lugar natural, o seas dueño de un terreno, protégelo evitando sembrando plantas ni mucho menos introduciendo animales que no son de la región (ni vivos ni muertos en forma de productos, pieles, etcétera), ni tampoco “liberes” a tu mascota que ya no quieres en un lugar natural.

La naturaleza no se posee ni se lleva de souvenir, ¡disfrútala en su lugar!

Por Acervo

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