Consejos para automovilistas que transitan junto a ciclistas de montañas en brechas cortas.

A pie, sobre una bicicleta, en carreta, motocicleta, automóvil o autobús, todos tenemos derecho a la movilidad. Lo curioso es que el diseño de nuestras ciudades y los hábitos que inspiran, favorecen por mucho la movilidad en automóvil sobre los demás medios de transporte, convirtiéndolo en algo así como el bully que molesta a los demás niños de la clase.

Por ello al salir a la naturaleza en un vehículo todo terreno, muchas veces como automovilistas carecemos de esa consciencia por quienes transitan a la par, sobre todo con los ciclistas, ya que compartir el camino no es un hábito que practiquemos diariamente.

Si eres de los que gustan explorar el mundo en su camioneta 4×4, o en cualquier tipo de vehículo motorizado, te invitamos a leer estos sencillos consejos que te ayudarán a crear una convivencia sana con los ciclistas que como tú disfrutan la adrenalina de disfrutar la naturaleza.

La bicicleta también es un vehículo

Es la primera cucharadita de consciencia que hay que procesar. Es un vehículo más ligero, de menor tamaño y peso, pero que igualmente transporta a un ser vivo. Las precauciones que debemos tomar son en consideración a las diferencias de un vehículo sobre otro, como son la velocidad, la fuerza empleada para generar movimiento, el tamaño, entre otros. 

Velocidad moderada

Es pura física: si un dinosaurio sopla fuertemente la velita de un pastel, seguramente va a sacar volando hasta los ingredientes. Si tú pasas zumbando junto a un ciclista, es muy probable que el aire que ocasiona el movimiento de tu vehículo lo desestabilice, asustándolo e incluso, provocando una caída. Modera tu velocidad, no hay prisa para llegar al destino cuando el camino ya ofrece tanto qué disfrutar.

Paciencia

Recuerda que el 4×4 del ciclista son un par de piernas de acero y dos llantas. Si el/la ciclista avanza lentamente, o si circula por el centro del camino, dale tiempo y espacio para que maniobre; puede que esté esquivando algún obstáculo que tú aún no ves o que simplemente el camino es muy angosto para que ambos circulen al mismo tiempo.

Rebasa con cuidado

En medio de la naturaleza, el ciclista puede oír claramente tu presencia. Al momento de rebasar, nada de tocar desesperadamente el claxon. Elige un lugar seguro, donde el camino sea lo suficientemente amplio y apisonado para que ambos puedan maniobrar con facilidad, a una velocidad moderada, y sin que tu movimiento obligue al ciclista a cambiar súbitamente su ruta o principalmente detenerse por completo.

Direcciones seguras

Tendrás que ejercitar tu mirada camaleónica de 360° para cuidar los movimientos que realices, sobre todo cuando gires a tus costados o circules en reversa. Recuerda que estás en un espacio donde tanto ciclistas como peatones circulan con más facilidad y frecuencia, así que cuida cada uno de tus movimientos. Como siempre, utiliza tus luces para indicar tus direcciones y ejecútalas con precaución.

Bájale a los decibeles.

El mundo no está en contra de tu música cumbia, banda, rock, electrónica, pop… simplemente, la mayoría de las personas salen de la ciudad para alejarse del ruido excesivo. Si tu música estridente repela a la gente, por qué no bajarle unos cuántos decibeles; quién sabe, a lo mejor un tono así, bajito, atrae a más personas curiosas preguntando por el nombre de la canción que estás escuchando o cuál es tu nombre y a qué hora sales por el pan.

Piedra Bola, arena.

Si conduces en caminos de piedra bola o arena y aparece un ciclista de montaña lo primero que debes hacer es dejar el paso a el ciclista por el terreno más apisonado del camino, de esa manera el no pierde la cadencia de su pedaleo.

Practicando estos consejos podrás ayudar a crear una convivencia sana con otros ciclistas y con el medio ambiente que te rodea. Lo importante es no olvidar que todos elegimos diferentes medios para explorar la naturaleza, y en la medida que a cada uno le toca, podemos ayudar un entorno seguro para disfrutar aquello que a todos nos motiva a levantarnos tempranísimo y salir a la aventura.

Por Acervo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *